SOS Mamá

Los primeros 1000 días de vida conforman una etapa de extrema vulnerabilidad y moldaje, considerando el momento de la concepción como el primer día. Puede compararse fácilmente con la construcción de un edificio, ya que en estos primeros meses se crearon los cimientos y los pilares que darán forma y sostendrán toda la estructura.

¿De qué trata este webinar?

La evidencia científica nos revela que esta etapa es una ventana de oportunidad para garantizar una buena salud física y mental a lo largo de la vida de un ser humano. Por lo mismo, en este webinar conocerás cinco factores fundamentales que debemos entender sobre esta etapa crítica:

1. La Gestión del Estrés: El estrés es la forma en que nuestro organismo reacciona a algo que está fuera de lo ordinario, es peligroso o es inquietante. Cuando estamos bajo estrés, nuestro organismo propicia cambios físicos y químicos para tratar de protegerlo. Durante el embarazo se producen muchos cambios a nivel físico y emocional, por lo que es muy común estresarse. Las hormonas de estrés atraviesan la placenta y la leche materna, por lo que es importante saber técnicas que ayuden a la mujer a encontrar la calma en este momento tan importante.
2. La Relación Intestino-Cerebro: El intestino y el cerebro están estrechamente conectados, el sistema nervioso central está en interacción permanente con el tubo digestivo a través del nervio vago. El intestino también se conecta con el cerebro a través de químicos como las hormonas y los neurotransmisores que envían mensajes. Los mensajes químicos que pasan entre el intestino y el cerebro pueden verse afectados por las bacterias, los virus y los hongos que viven en el intestino llamados “microbioma intestinal”. Es por esto que los médicos tienen cada vez más claro que la función de nuestro sistema digestivo va mucho más allá de simplemente procesar la comida que ingerimos. En esta parte del cuerpo se hospedan el 70% de las células de nuestro sistema inmune y en este webinar aprenderemos cómo esta relación intestino cerebral fortalece y crea vínculos fuertes entre madre e hijo.
3. El Sueño: Durante la etapa de la niñez, mientras dormimos, nuestro cerebro se desarrolla, se consolida nuestra memoria, nuestras experiencias diarias, y se programan conductas innatas. Además, el sueño nos ayuda a consolidar nuestro sistema inmunitario, es decir, el sistema que nos protege ante ciertas enfermedades. Dormir es una necesidad biológica, y tener un sueño reparador durante el embarazo aporta a que nuestros hijos crezcan y se desarrollen de una manera óptima.
4. Actividad Física: El movimiento del cuerpo restaura las células dañadas, desinflama y oxigena el cerebro, disminuye el riesgo de padecer enfermedades, y fortalece los músculos y huesos. El bebé desde que nace, tiene necesidad de moverse ya que con esto empieza a desarrollar sus neuronas en el cerebelo y así va generando movimientos más avanzados como sostener su cabeza, gatear y caminar. La actividad física es una necesidad biológica que debe fomentarse en los bebés desde que nacen, y en las madres antes, durante y después del embarazo.
5. El Uso Correcto de Pantallas: Los bebés y los niños pequeños están creciendo en entornos saturados con una variedad de tecnologías y un uso excesivo que ha inquietado a la comunidad médica, ya que se trata de un período crucial de rápido desarrollo cerebral en los niños. Hay varias razones por las cuales los padres deben ser muy conscientes de qué tanto tiempo permiten que sus hijos pequeños hagan uso de pantallas, pues el incremento en su uso ha sido asociado con resultados de desarrollo como obesidad infantil, mala calidad de sueño, cansancio ocular y otros que veremos a profundidad para que entendamos de qué manera se puede gestionar su uso a medida que las tecnologías digitales se vuelven más presentes en la dinámica familiar.