¡Vamos al grano! Los cambios no suceden por arte de magia.
¿Te ha pasado que te vas de paseo a la playa, te comes y tomas de todo, bailás, disfrutás del mar, y cuando volvés a casa te das cuenta de que has ganado 10 kilos?
Y ya en casa, empezás a hacer dieta y te sentís como una vaca, comiendo solo zacate, pero no ves ningún cambio y ni siquiera lográs bajar 100 gramos. ¡Qué dura es la vida!
Esto me lo contó mi hermana hace un tiempo mientras yo estaba armando un taller para ayudar a personas con ansiedad. Ella me decía que los humanos solemos esperar que lo que ganamos en una semana se pierda en el mismo tiempo.
Es decir, si subí 10 kilos en una semana, creo que puedo bajarlos en la semana siguiente. Y queremos que todo sea así de rápido: perder peso, dejar de sentir ansiedad, ¡todo al instante!
Para mí fue una gran enseñanza porque me di cuenta de que la vida es un poco injusta y que cada cuerpo es diferente.
Siguiendo con la historia de la playa, imaginate que fuiste con varios amigos y todos volvieron con esos kilitos de más.
- Amigo 1: “Yo me puse a dieta y ahora controlando lo que como, ya estoy recuperando el peso.”
- Amigo 2: “Yo sigo comiendo igual, pero ahora hago deporte.”
- Amigo 3: “Fijate que mi metabolismo se encarga. Yo solo descanso bien y llevo una vida tranquila, ¡y con eso recupero el peso! (Ese amigo tiene que ser el favorito de Dios).”
Y vos, que probaste las tres técnicas, te das cuenta de que ninguna te sirvió. ¿Cómo puede ser?
Tomá el Control y Ejecutá
Eso demuestra que cada cuerpo es diferente y que no existe una sola receta que funcione para todos. La mejor manera de enfrentar las situaciones es mejorar nuestras probabilidades de ver cambios.
Así que aplicá estas tres técnicas para deshacerte de esos kilitos de más: hacé ejercicio, comé bien, dormí suficiente y llevá una vida con poco estrés. Haciendo las tres juntas, tus posibilidades de éxito serán mucho mayores que si intentás cada una por separado.
Agarrá al toro por los cuernos y ataca el problema desde diferentes ángulos. Olvidate del libro de recetas y convertite en tu propia chef: armá tu receta y descubrí qué funciona para vos.
Si creás tu propia fórmula con lo que realmente te sirve, vas a poder enfrentar eso que te molesta desde todos los lados. Así, tu cuerpo no tendrá otra opción que bajar de peso, ¡sí o sí!
Ahora, contame: ¿en qué aspecto de tu vida creés que esto te puede ayudar? ¿Qué querés cambiar hoy?